Capítulo 307

Su mano ancha cubrió la de ella, acariciando suavemente la base de su pulgar, una y otra vez. El tacto obsesivo era como el de un bebé aficionado al chupete. Mabel intentó retirar su mano, pero él la sujetó con fuerza, sin darle oportunidad. Esa sensación de repente le recordó a Jae. Su corazón se aceleró al extremo. Hace apenas unos momentos, parecía que el sonido de un trueno había ahuyentado a Jae. ¿Habrá regresado ya? Con ese pensamiento, se estremeció y llamó tentativamente: "Jay, ¿te has quedado dormido?" La voz de Jayden, delicada como el jade triturado, respondió: "Mabel, está contra las reglas hablar durante la hora de dormir". Al oír su voz, se sintió aliviada. No fue Jae, Y eso fue suficiente para ella. Luego, la otra mano se extendió para apagar las luces de la habitación, hundiendo el espacio en la oscuridad. Podía oír su respiración uniforme, superficial y débil, como si hubiera entrado en el país de los sueños. Pero ella no podía conciliar el sueño. especialmente con sus