Capítulo 215

Como era de esperar, al momento siguiente Jaime dijo comprensivamente: “Solo traje veinte dólares hoy. Así que tendrás que pagar por esto y te lo devolveré más tarde”. Mabel se quedó sin palabras. La previsibilidad podría llegar tarde, pero nunca faltaría. “Está bien entonces.” Jaime levantó la barbilla. “Adelante, pide algo caro”. Mabel se quedó sin palabras una vez más. De repente, se sintió como si estuviera siendo mimada por un director ejecutivo dominante. Sin dudarlo, pidió dos cafés de autor, por un total de setenta y dos dólares. Mirando al joven jefe, le dijo: “Son setenta y dos dólares en total. Recuérdelo”. Jaime asintió. “No hay problema”. Después de que el camarero tomó el pedido, Mabel se tomó un momento para estudiar a Jaime, quien ahora había vuelto a ser el mismo. Bajo sus hermosas cejas, esos ojos de zorro tenían un toque redondo y parecían flores de durazno cuando parpadeaba. Su cabello corto y desordenado lucía genial. Había algo familiar en su delicado rostro, pero