Capítulo 112 Encontrarse con un sinvergüenza
—¿Qué tiene de raro? —Gonzalo soltó una risa fría, y sus profundos ojos, llenos de magnetismo, se posaron en Beatriz: —Mientras esté contigo, puedo comer lo que sea.
Beatriz sintió un escalofrío súbito: —No me asquees.
¡Este desgraciado!
Siempre tenía esa actitud irritante, cada día más insoportable.
Gonzalo se volvió hacia Susana: —Susana, ¿tú puedes comer aquí?
Susana sonrió con suavidad: —Por supuesto, en la preparatoria solía venir a comer con Beatriz de esta manera.
—Tsk, tsk, tsk... Beatriz, hasta a Susana la has corrompido. —Dijo Gonzalo con tono burlón.
—Esto se llama disfrutar de la vida, ¿entiendes? Si no te gusta, puedes irte. —Replicó Beatriz, desafiante.
Gonzalo pidió algunas brochetas de carne asada y un par de cervezas.
Poco después, trajeron la comida y las bebidas. La dueña del puesto les sonrió amablemente al verlos: —Ustedes son puro guapo y guapa, les voy a mandar unas brochetas extra. ¡Vengan más seguido, mis amores!
—Gracias. —Respondió Beatriz con una sonrisa.
Go

Locked chapters
Download the NovelRead App to unlock even more exciting content
Turn on the phone camera to scan directly, or copy the link and open it in your mobile browser
Click to copy link